Anécdotas reales: Ayer fui a echar gasolina y no me baje de la moto. Por estarle conversando la Srta. se distrajo y derramó gasolina sobre mi bragueta. La pobre flaca se asusto, se avergonzó y me pidió mil disculpas de todas las formas posibles. Le dije que no era para tanto, igual se quedo muy preocupada. Hoy día fui y le conté que me había echo un gran favor derramando gasolina de 95 octanos sobre mi bragueta. Por qué con el alto octanaje de la gasolina había matado a todas mis ladillas que me estaban volviendo loco.. le di las gracias y ella se quedo más tranquila. Una vez más no hay mal que por bien no venga...😬😗